martes, 13 de enero de 2009

El presidente de Equus Zebra reivindica un trato justo para los inmigrantes en un acto con el presidente de la Xunta

El miércoles 7 de enero la sala principal del Centro Cívico del Castrillón en A Coruña se convirtió en un fiel reflejo de lo que es la sociedad actual de Galicia. Gallegos e inmigrantes se mezclaron creando un mosaico de razas para asistir el encuentro anual del presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, con la comunidad inmigrante. En esta ocasión fue la ciudad de A Coruña la encargada de organizar el encuentro, en el que el presidente de Equus Zebra, Víctor Omgbá, hizo oír la voz de los inmigrantes, una voz bien acogida por todos los presentes y aplaudida por las autoridades.Víctor resaltó la importancia de estos actos para "sacar de la invisibilidad a los inmigrantes" y dejó claro desde el comienzo de su discurso que los inmigrantes no son una amenaza para el país receptor. "Tenemos que entender que cuantos más inmigrantes tengamos en estas tierras, más prosperidad habremos logrado. Y esto es así porque los inmigrantes cuentan, suman. Contribuyen al desarrollo de este país". En relación con la actual situación de crisis económica, el presidente de Equus destacó que los inmigrantes "no restan nunca y no son los responsables de esta crisis que azota al mundo entero".
Víctor defendió que los inmigrantes no son partes integrantes del entorno, sino "gallegos por excelencia" y reivindicó el derecho de ser tratados como tal. Esta reivindicación fue recogida por el presidente de la Xunta quien aseguró que el objetivo del Gobierno gallego es que los inmigrantes censados en Galicia, más de 100.000 según los datos de la Secretaria Xeral de Emigración, se consideren "ciudadanos de pleno derecho". De hecho, los extranjeros que residen en la comunidad gallega son ya el 3 por ciento de la población y para Touriño "son la fuerza de Galicia". Al respecto de la coyuntura económica, el jefe del Ejecutivo gallego expresó su confianza en que en 2009 se supere la crisis sin merma de desigualdades. Por eso anunció un plan de medidas específicas para los inmigrantes, por ser un colectivo especialmente golpeado por los despidos y la falta de empleo en la construcción.

Emilio Pérez Touriño afirmó que "es urgente desterrar la desconfianza" hacia los inmigrantes y valoró el modelo de integración de la ciudad de A Coruña, "una ciudad abierta y tolerante". Precisamente el alcalde de la urbe herculina, Javier Losada, se mostró orgulloso de que la solidaridad coruñesa llegue a África y a países de Latinoamérica en los que ha colaborado con la puesta en marcha de varios proyectos, pero afirmó que "el compromiso y la solidaridad es también con los que viven en Coruña". Por eso, anunció que, tanto el Ayuntamiento de La Coruña como la Xunta, se volcarán en conseguir la máxima integración de los inmigrantes y para eso contarán, dijo con la ayuda del sector que trabaja con este colectivo.
Losada y Touriño agradecieron la "labor callada" de las asociaciones y organizaciones no gubernamentales que "hacen de este un mundo mejor". Una de las personas más cercanas a las ONGDS, el secretario xeral de Emigración, Manuel Luis Rodríguez, señaló que la tarea de estas organizaciones "es importante cuando las personas llegan a Galicia, porque proporcionan afecto y comprensión, además de recursos , cuando la familia está muy lejos".

A las buenas palabras de los intervinientes en este encuentro con la comunidad inmigrante siguió la buena música del grupo Batuko Tabanka, compuesto por mujeres caboverdianas residentes desde hace ya muchos años en Burela. Ellas, con sus canciones en gallego, demostraron que la integración es posible, y en su caso, una realidad.
La situación de la mujer inmigrante salió a relucir en las palabras del presidente de Equus Zebra, quien pidió que sea tenida en cuenta en las políticas sociales porque "por su situación de reagrupante no pueden trabajar y habiendo encontrado trabajo no pueden firmar un contrato con la empresa porque sus tarjetas no les autoriza a trabajar". Además, hizo hincapié en la violencia de género que afecta a las mujeres inmigrantes. "Habría que hacer algo por ellas, ya que por sí solas no pueden hacer nada. Tienen miedo de denunciar a sus agresores, porque se arriesgan a ser expulsadas del país".
Al final, tanto asistentes, entre los que hubo muchos inmigrantes, como autoridades, salieron satisfechos de un acto que, en opinión de Víctor Omgbá, debe multiplicarse "porque es la mejor forma de romper las barreras del aislamiento, burlarse de la xenofobia y mofarse de las discriminaciones".